Cuando nos iniciamos en la decoración de cupcakes, sin duda lo primero que llama la atención es el colorido, toda cupcake que se precie va cubierta de la crema de mantequilla o buttercream de bonitos colores: rosa, azul, verde…
Para “teñir” el buttercream se utilizan colorantes aptos para uso alimentario, hay muchas variedades, marcas y presentaciones, os comentamos algunos:
EN LÍQUIDO
No son los más indicados dado que pueden alterar la consistencia del buttercream precisamente por ser líquidos, sin embargo son los más fáciles de encontrar, casi en cualquier supermercado y en todas las grandes superficies en la sección de repostería. Vienen en un kit de tres colores básicos: rojo, amarillo y azul.
EN GEL
Son los más recomendados porque con muy poca cantidad tienen una gran capacidad de coloreado.
Hay muchas marcas y montón de colores disponibles , por el contrario no se encuentran tan fácilmente, en grandes ciudades es más fácil porque siempre hay alguna tienda especializada en productos de repostería pero en las pequeñas poblaciones no nos queda otra que recurrir a la compra on-line.
Es importante también recordar que solo son colorantes, es decir no tienen sabor, por mucho que coloreemos de rosa no van a saber a fresa ni a menta si son verdes. Para darle sabor hay que utilizar esencias. La más utilizada es la esencia de vainilla que en definitiva vale para todo.
Cuando empezamos a hacer cupcakes nos lanzamos a comprar colorantes en Internet y nos pusimos enseguida manos a la obra con resultados más o menos satisfactorios, la verdad es que se requiere un poco de práctica porque caemos siempre en la tentación de utilizar más cantidad de colorante de la necesaria y los colores van “subiendo” un poco así que cuando queríamos un rosita palo nos encontramos con un rosa chicle pero bueno, no pasa nada, al final la experiencia que es la madre de toda ciencia nos hizo ver que vale más quedarse cortos que pasarse.
Resulta que un día abriendo el armario vimos un bote de sirope de fresa y se nos encendió la bombillita de utilizarlo a ver qué pasaba.
Bueno pues los resultados fantásticos:
no solo se obtiene un precioso color rosa más o menos pastel según gustos, sino que además matamos dos pájaros de un tiro porque también conseguimos un buttercream mucho mas dulce con un sabor a fresa muy auténtico. ¡qué pena que nos se nos hubiese ocurrido antes de las compras online! Bueno lo cierto es que no nos arrepentimos para nada de tener nuestra buena colección de colorantes en gel, así nos vamos poco a poco “profesionalizando” pero teníamos muchas ganas de compartirlo para todos aquellos que estáis empezando con el tema cupcake y si os apetece probar de esta forma tan fácil y asequible.
El sirope de fresa si que es un producto al alcance de cualquiera, se encuentra en todos los supermercados incluso de diferentes las marcas, además tiene un precio realmente bueno.
Podéis hacerlo también en casa y el pequeño esfuerzo, merecerá la pena: receta de sirope de fresa.