Una de esas recetas facilísimas, sin horneado, de las de mezclar todo y listo. Con una combinación de sabores buenísima, sorprendente y deliciosa. El aspecto se asemeja al turrón blando, pero el sabor es totalmente diferente.

Quizás el único inconveniente sea encontrar alguno de sus ingredientes y quizás también el precio pero aún asi merecerá la pena.

Sé que son ingredientes algo inusuales pero a mí personalmente me gusta indagar y probar cosas diferentes, no son para todos los días pero de vez en cuando ¿por qué no experimentar?. Además de paso podemos descubrir ingredientes nuevos y ampliar nuestro horizonte culinario.

ACEITE DE COCO
Es un producto muy caro al menos en Europa y personalmente no creo que vaya a ser un sustituto capaz de desterrar de nuestras cocinas a la mantequilla o al aceite de oliva pero por conocer un poco más os diré que es una grasa vegetal saturada pero pura y no procesada por lo que conserva muchas propiedades beneficiosas. Estudios recientes indican que no solo no eleva el colesterol malo sino que lo baja y aumenta el bueno. Es sólido a temperaturas inferiores 25 ºC.  Soporta muy bien las altas temperaturas sin deteriorarse por lo que es adecuado para frituras y horneado. Además de su uso culinario también  se puede utilizar como cosmético, hidrata la piel y suaviza el pelo.  Así que si lo encontramos podemos darle múltiples usos y así amortizarlo.

PREPARACIÓN
Forrar un molde alargado tipo cake con papel de horno. Para ver la utilidad de las pinzas ver el comienzo del siguiente video.


En un robot de cocina, procesador de alimentos o Thermomix  introducir el coco rallado, las nueces de macadamia, el aceite de coco, el sirope de arce y la vainilla. Triturar hasta que esté todo bien mezclado. (En TMX:  5 segundos, velocidad 4). Si es necesario repetir el triturado o mezclar bien con una cuchara.

Extender la pasta en el molde. Alisar la superficie con una espátula.

Refrigerar 1 o 2 horas hasta que se endurezca.

Para el glaseado mezclar el azúcar glas con el zumo de limón. Remover con una chuchara hasta conseguir una mezcla fluida y homogénea.

Cubrir toda la superficie de la preparación anterior ya endurecida.

Espolvorear  por encima del glaseado con el coco y los  granos de cacao. (opcional)

Una vez el glaseado se haya solidificado y la mezcla esté bien fría desmoldar tirando del papel y cortar.


Conservar en frigorífico ya que a temperatura ambiente se pone muy blando.