Por un motivo muy especial hoy os propongo una receta diferente.
Por un momento nos alejamos de la repostería anglosajona y nos adentramos en el exótico mundo árabe y oriental.
No os preocupéis por ingredientes difíciles de encontrar o recetas complicadas de elaborar, ésta es muy fácil, es un pastelito de aspecto muy parecido a un brownie pero con marcado aire exótico.
Como os comentaba, hay una razon para esta receta y es que durante el próximo fin de semana (del 2 al 4 de Marzo de 2012) se celebrará en Gijón el IV Festival Internacional de Danza Oriental
Podéis ver el video promocional
Y si queréis ampliar información aquí. http://www.fusionoriental.es/
La guinda del pastel estará también presente el domingo en la fiesta, colaboramos con muchísima ilusión y aportamos nuestro granito de arena.
Esta relación-colaboración entre Fusión Oriental y la guinda del pastel no es casual. Lo cierto es que existen diversos motivos personales que me unen al mundo árabe. Despues de la receta os cuento mis experiencias.
PASTEL DE DÁTILES Y NUECES. RECETA:
PREPARACION:
Precalentar el horno a 170º.
Cortar los dátiles en trocitos y picar las nueces. Puede utilizarse picadora eléctrica o robot de cocina pero sin que quede pulverizado, deben notarse los trozos.
Mezclar la harina con la levadura, añadir los huevos, el azúcar y el aceite, mezclar todo bien, añadir los dátiles y las nueces. Puede hacerse a mano o utilizando batidora eléctrica con varillas.
En un molde rectangular engrasado con un poco de mantequilla o de silicona sin engrasar, verter la pasta y hornear durante 25 minutos.
Si se dora demasiado por arriba, colocar un papel de aluminio.
Dejar enfriar, desmoldar y cortar el pastel en rombos o cuadraditos.
Se puede decorar con miel o chocolate derretido.
FUENTE: EL GRAN LIBRO DE LA COMIDA MARROQUÍ Fátema Hall. editorial RBA
FOTOS, ADAPTACIÓN Y REALIZACION: Ana. www.laguindadelpastel.es
Y después de la receta, os cuento un poco de mis relaciones con la comida y la cultura oriental:
Creo que esta relación comenzó mucho antes incluso de haber visitado ningún país árabe. Posiblemente cuando estuve en Granada en el año 2005 fue el comienzo de este “amor a primera vista”. Tengo que agradecerle a mi buen amigo David que me llevo al mirador de San Nicolás para contemplar la maravillosa vista nocturna de la Alhambra, además la velada no podía haber sido mejor acompañada por unos pastelitos árabes que, de camino compramos en una tetería del Albaicín. Inolvidable.
Años después tuve la gran oportunidad de viajar a Egipto, allí descubrí la maravillosa comida
y la hospitalidad de sus gentes.
Ni que decir que la experiencia fué en su totalidad indescriptible.
Mi siguiente experiencia fue en Marruecos, país del que me enamoré, literalmente.
Sus gentes, su cultura y su gastronomía me cautivaron. El país me sorprendió, no deja indiferente a nadie y aunque el viaje no estuvo exento de complicaciones (los 51ºC que sufrimos son un ejemplo), el compañerismo ante las dificultades, la ayuda de nuestro guia y lo que nos aportó este pais y sus gentes lo compensó con creces.
La cocina marroquí me cautivó sin lugar a dudas, desde el tomate que sabía a tomate hasta el cuscus, los tajines, los olores, los sabores...
Aunque tengo pendiente otro viaje a Marruecos y asistir a un curso de cocina, tengo que agradecer a nuestro guía, Abdel quien se ofrecio a conseguirme cuscus para que pudiera cocinarlo en casa, y así lo hice, espero haber dado la talla, lo cierto es que estaba muy bueno (no tanto como el que comí allí pero...). Estas fotos dan fé de que lo hice y nos lo comimos, espero nos disculpes el haber utilizado un robot de cocina como la Thermomix en lugar de la cuscusera o el tajín... GRACIAS.
Y por último os dejo unas fotos de lo mejor que me encotre en marruecos: su gente:
Todas las fotos han sido realizadas por Ana López.
Mi más sincero agradecimiento a Vanesa Moreno por su amistad, por su didáctica y sus enseñanzas y porque si no fuese por ella, todo esto que os he contado en esta entrada de una forma u otra, no hubiese sido posible.
Por un momento nos alejamos de la repostería anglosajona y nos adentramos en el exótico mundo árabe y oriental.
No os preocupéis por ingredientes difíciles de encontrar o recetas complicadas de elaborar, ésta es muy fácil, es un pastelito de aspecto muy parecido a un brownie pero con marcado aire exótico.
Como os comentaba, hay una razon para esta receta y es que durante el próximo fin de semana (del 2 al 4 de Marzo de 2012) se celebrará en Gijón el IV Festival Internacional de Danza Oriental
Podéis ver el video promocional
La guinda del pastel estará también presente el domingo en la fiesta, colaboramos con muchísima ilusión y aportamos nuestro granito de arena.
Esta relación-colaboración entre Fusión Oriental y la guinda del pastel no es casual. Lo cierto es que existen diversos motivos personales que me unen al mundo árabe. Despues de la receta os cuento mis experiencias.
PASTEL DE DÁTILES Y NUECES. RECETA:
INGREDIENTES:
- 100 gr. de dátiles sin hueso (o deshuesados a mano)
- 100 gr. de nueces
- 150 gr. de harina
- 2 huevos
- 100 gr. de azúcar
- 15 cl. de aceite (oliva suave o vegetal) (aprox. Una cucharada sopera)
- 1/2 sobre de levadura (aprox. Una cucharadita)
PREPARACION:
Precalentar el horno a 170º.
Cortar los dátiles en trocitos y picar las nueces. Puede utilizarse picadora eléctrica o robot de cocina pero sin que quede pulverizado, deben notarse los trozos.
Mezclar la harina con la levadura, añadir los huevos, el azúcar y el aceite, mezclar todo bien, añadir los dátiles y las nueces. Puede hacerse a mano o utilizando batidora eléctrica con varillas.
En un molde rectangular engrasado con un poco de mantequilla o de silicona sin engrasar, verter la pasta y hornear durante 25 minutos.
Si se dora demasiado por arriba, colocar un papel de aluminio.
Dejar enfriar, desmoldar y cortar el pastel en rombos o cuadraditos.
Se puede decorar con miel o chocolate derretido.
FUENTE: EL GRAN LIBRO DE LA COMIDA MARROQUÍ Fátema Hall. editorial RBA
FOTOS, ADAPTACIÓN Y REALIZACION: Ana. www.laguindadelpastel.es
Y después de la receta, os cuento un poco de mis relaciones con la comida y la cultura oriental:
Creo que esta relación comenzó mucho antes incluso de haber visitado ningún país árabe. Posiblemente cuando estuve en Granada en el año 2005 fue el comienzo de este “amor a primera vista”. Tengo que agradecerle a mi buen amigo David que me llevo al mirador de San Nicolás para contemplar la maravillosa vista nocturna de la Alhambra, además la velada no podía haber sido mejor acompañada por unos pastelitos árabes que, de camino compramos en una tetería del Albaicín. Inolvidable.
Años después tuve la gran oportunidad de viajar a Egipto, allí descubrí la maravillosa comida
y la hospitalidad de sus gentes.
Mi siguiente experiencia fue en Marruecos, país del que me enamoré, literalmente.
Sus gentes, su cultura y su gastronomía me cautivaron. El país me sorprendió, no deja indiferente a nadie y aunque el viaje no estuvo exento de complicaciones (los 51ºC que sufrimos son un ejemplo), el compañerismo ante las dificultades, la ayuda de nuestro guia y lo que nos aportó este pais y sus gentes lo compensó con creces.
La cocina marroquí me cautivó sin lugar a dudas, desde el tomate que sabía a tomate hasta el cuscus, los tajines, los olores, los sabores...
Y por último os dejo unas fotos de lo mejor que me encotre en marruecos: su gente:
Todas las fotos han sido realizadas por Ana López.
Mi más sincero agradecimiento a Vanesa Moreno por su amistad, por su didáctica y sus enseñanzas y porque si no fuese por ella, todo esto que os he contado en esta entrada de una forma u otra, no hubiese sido posible.